La sexualidad humana es compleja y variada, y algunos gustos sexuales se salen de lo normativo Algunas veces, de maneras muy curiosas.
La sexualidad humana es compleja y, desde luego, muy variada. La atracción sexual depende de una multitud de factores bioquímicos y psicológicos, que distan mucho de unas personas a otras.
En concreto, la sexualidad humana depende diversos factores, como la biología, la personalidad individual, la identidad sexual, o las interacciones en la infancia, los afectos y circunstancias vitales.
Dada su variabilidad, lo que define una sexualidad sana, en ocasiones, resulta complicado de establecer. No obstante, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) nos da algunas pistas para determinar qué es un comportamiento sexual considerado saludable y, por el contrario, qué se considera patológico.
De hecho, el término ‘parafilia’ se define por la Real Academia de la Lengua como un ‘desvío’ de índole sexual. Pero, ¿cómo saber qué conductas son parafilias y cuáles no?
Según el DSM-5, un comportamiento sexual ‘anormal’ o ‘desviado’ sería aquel que:
- Es perjudicial para el sujeto o para quienes se ven involucrados.
- Excluye estimulación de órganos genitales propios y de la pareja.
- Se asocia de manera inapropiada a sentimientos de culpa o ansiedad.
- Tiene una naturaleza repetitiva o compulsiva.
En cualquier caso, los comportamientos sexuales, siempre que no causen un daño al propio interesado o a terceros, y mientras no supongan un impedimento para el desarrollo saludable del resto de áreas de la vida, no deberían suponer un problema, ni generar miedo o incomodidad.
De hecho, es sano y estimulante experimentarlos con salud y libertad.
Agalmatofilia
Es la preferencia por los muñecos hinchables sexuales.
Autonepiofilia
Las personas con este tipo de parafilia sexual disfrutan 'transformándose' en bebés adultos. Se visten y actúan como ellos, y requieren los mismos cuidados.
Las parejas de estas personas suelen realizarse masajes y masturbaciones, además de otros cuidados, como aplicarles polvos de talco o incluso cambiarles los pañales.
Aerofilia
Excitación sexual que se produce al encontrarse en lugares elevados, o volando, como en un avión.
Altocalcifilia
En este tipo de parafilia sexual, el objeto de deseo son los zapatos de tacón alto.
Antolagnia
Excitación sexual provocada por las flores. Tiene mucha relación con la dendrofilia, que veremos después.
Besofilia
Curiosamente, la excitación se produce por la intervención de jeringuillas médicas, que suelen provocar, precisamente, terror y rechazo.
Coprolalia
Es la preferencia por las palabas y la conversación sexual y excitante. Esta, como la mayoría, puede combinarse con una sexualidad sana, siempre y cuando no limite otros actos.
Amomaxia
La excitación sexual se produce al estar en el interior de un vehículo, y al realizar actos sexuales en su interior.
Eufilia
Esta, una de las más curiosas, se refiere a la excitación producida por la comunicación de buenas noticias.
Dendrofilia
Es la excitación sexual que producen las plantas o vegetales, o al estar en un entorno vegetativo.
Hierofilia
Los objetos vinculados a determinada religión o ritos religosos son los objetos de deseo de las personas con hierofilia.
Ipsofilia
La excitación sexual se produce ante la visión de la propia imagen en un espejo o fotografía.
Hipnofilia
Es la preferencia sexual por las personas dormidas o inconscientes. Este tipo de parafilia es especialmente peligroso, por el hecho evidente de que puede llevar a cometer actos ilegales.
Latronudia
Las personas con este tipo de parafilia se excitan al desnudarse frente al personal médico.
Mecanofilia
Cualquier objeto técnico es susceptible de ser el objeto de deseo de una persona con mecanofilia. Es más frecuente que ocurra hacia los vehículos, hacia los cuales algunos individuos desarrollan incluso un vínculo emocional.
Misofilia
La misofilia es la excitación producida por la ropa usada o los tejidos sucios, especialmente la ropa interior.
Normofilia
Las personas con normofilia solo pueden disfrutar del sexo a través de determinadas prácticas normativas, que se consideran aceptadas por su comunidad, y son incapaces de explorar otras. Esta exploración genera miedo o ansiedad, y de ahí la consideración de parafilia.